En el año 2010 este medio investigó y demostró que los
funcionarios del geriátrico municipal “Ave Fenix” le robaban a los abuelos allí
internados sus haberes jubilatorios y/o utilizaban sus cuentas para sacar
extensiones de tarjetas de crédito.
Nuestra denuncia generó un escándalo de
proporciones que fue reflejado por muchos medios nacionales. Ver http://blogsdelagente.com/vecinosdequilmes/2010/10/15/quilmes-mas-corrupcion-y-silencio-en-el-%E2%80%9Cave-fenix%E2%80%9D/ ;
A cinco años de aquellos hechos, la situación se
repite, como se repiten los funcionarios a quien –por entonces- se anunció
serían desplazados de su cargo
La imagen que vemos corresponde a un crédito por
9.271 pesos otorgado el 14 de febrero de 2014 por el Banco Superville –sucursal
Quilmes Oeste- a Arturo Sosa, un abuelo que no puede hablar, que perdió su
capacidad motriz y no sabe leer ni escribir. Allí cobra sus haberes
jubilatorios acompañado por una funcionaria del gobierno de Francisco “Ali Barba” Gutiérrez.
Sosa estuvo internado hasta hace un mes en el
Hogar Ave Fenix, ubicado en Lamadrid 820 de Quilmes, dirección que figura en el
detalle de rendición emitido por la institución bancaria.
No es el único crédito del cual Sosa fue
beneficiado. Unos meses antes -el 6 de agosto del 2013- el mismo banco le
otorgó una suma de 5.211 pesos a pagar en 36 cuotas.
En diciembre del año pasado el sobrino de Sosa,
Carlos Adamo; denunció en este medio la situación de su tío http://quilmes-ahora.blogspot.com.ar/search?updated-max=2014-12-08T14:10:00-08:00&max-results=7&start=21&by-date=false . Desde entonces viene pidiendo
infructuosamente reuniones con el intendente Gutiérrez para esclarecer lo
ocurrido con su tio. Nadie le dio explicaciones. Hace un mes pudo retirar a
Sosa del hogar pese a la tenaz resistencia de la directora, Sofia
Sackler; la misma a quien los empleados del “Ave Fenix” habían
responsabilizado hace 5 años de sustraerle el dinero a los abuelos.
Ese día se encontró con el Director de Tercera
Edad, Armando Rivero; quien apenas le
dirigió alguna palabra y fingió estas descompuesto cuando Adamo le pidió
explicaciones por las lamentables condiciones en que estaba su tío y por el
dinero de su jubilación.
“MI TIO COMIDA FIDEOS Y NO
TENIA NI PARA EL MATE”
Carlos Adamo dialogó con el programa “SIN VUELTAS” (FM MIA 88,5) sobre lo ocurrido.
“A mi tio le compraron 2 camisetas y 4
calzoncillos. No tenía ni para cigarrillos ni para el mate. Pese a cobrar unos
3 mil pesos de jubilación, se vestiá con la ropa que yo le llevaba. Cuando le
pregunte a esta señora Sofía por el dinero de mi tío; no me dio respuesta,
cuando le pregunté por el crédito que le habían sacado, me dijo que compraron
una silla de ruedas, que a lo sumo vale 2 mil pesos” –indico Adamo
El sobrino de Sosa se llevó a su tío del hogar
con esa silla de ruedas y una bolsa conteniendo 2 calzoncillos.“Dejamos la ropa porque estaba toda rota, toda
sucia….la verdad tendría que habermela llevado para quemarla” –agregó.
Hace 5 años varios trabajadores del hogar “Ave
Fenix” denunciaron los robos a los abuelos. Este medio comprobó entonces que Sofia
Sackler y Gabriela
Oliva eran las
responsables de llevar a cobrar a los internos la jubilación y administrarle su
dinero. Oliva reconoció haber sacado dos aparatos NEXTEL con la tarjeta de
crédito del interno Crecencio Ayala. En otro diálogo
telefónico en nuestro programa radial, el jefe de departamento del geriátrico
municipal, Juan Carlos Galli, reconoció que “estamos
viendo la forma de dar de baja la tarjeta porque la vez pasada llamaron de
NEXTEL por ser poseedor, y el abuelo no está en condiciones de tener un NEXTEL,
que además no tiene”.
Pese a todos los elementos no se sancionó a
ningún funcionario. La responsable del área, Cecilia Tanoni; quien todavía sigue
concentrando las funciones sobre el geriátrico, anunció ante el escándalo, la
iniciación de un sumario administrativo. Lejos de eso apretó e intimidó a los
trabajadores que habían dialogado con nuestro medio, denunciando lo ocurrido.
También prometió el desplazamiento de Sackler y
Oliva; quienes a los pocos meses volvieron al hogar y las andadas.
DENUNCIA PENAL
Carlos Adamo –tío de Sosa, indicó esta mañana
que efectuará una denuncia penal para esclarecer el tema.“Quiero que vean las condiciones en que esta mi tío,
quiero que la justicia determine si una persona que no habla, no se mueve y
pone el dedo porque no sabe firmar; puede pedir créditos. Quiero que los
responsables del hogar me digan que hicieron con la plata de mi tío, porque
solamente me dieron dos facturas por 2 camisetas y 4 calzoncillos y otra por 32
sandwiches de miga”
EL MUNICIPIO OSCURECE EN LUGAR DE ACLARAR
Luego de la difusión en distintos medios nacionales y locales del
escándalo por el robo de dinero a un abuelo internado en el geriátrico
municipal, Ave Fenix; la secretaria de Educación e Igualdad de Género de la Municipalidad de
Quilmes, Cecilia Tanonni, salió a desmentir las duras
acusaciones respecto a los hechos delictivos denunciados por Carlos Adamo, el
sobrino de la víctima.
Como ocurriera en el 2010, cuando demostramos
que los funcionarios del hogar se quedaban con el dinero de las jubilaciones y
utilizaban a loa abuelos para sacar tarjetas de crédito en beneficio propio;
Tanonni volvió a oscurecer más que aclarar.
Según la funcionaria, el abuelo Arturo
Sosa, fue quien sacó y usufructuó los dos créditos por un total
de 15 mil pesos, que todavía esta pagando.
La explicación –para nada satisfactoria- dice
que con ese dinero Arturo Sosa se compró una silla de ruedas y un televisor.
Sosa es una persona que apenas si puede hablar,
esta en silla de ruedas, tiene problemas neurológicos y firma con su dedo
pulgar.
Para la cómplice Tanonni estos no son
impedimentos para obtener un crédito en una institución bancaria.
El sobrino de Sosa declaró ante los medios que
–al retirarlo del Hogar- le dieron una silla de ruedas y algo de ropa sucia y
rota. Consultado nuevamente señaló que nadie le habló de un televisor y mucho
menos se lo dieron.
Con 10 mil pesos una persona puede comprar un
Smart TV de 42 pulgadas con control de movimiento y control de voz. Además de
ver televisión, puede conectarse a Internet. Una sofisticación para alguien que
no sabe leer ni escribir y mucho menos manejar un simple control remoto.
Adamo adelantó que concurrirá al hogar a pedir
el televisor que supuestamente se compró el tio.
Lo mismo ocurre con la silla de ruedas que
Tanonni dice haber comprado Sosa con el crédito. En principio la funcionaria
debería explicar como el municipio no provee a un anciano internado en un hogar
municipal de este vital elemento. No lo hace, como tampoco explica que pasó con
el resto del dinero.
La silla de ruedas que posee Sosa tiene un valor
en una ortopedia de Quilmes de 2.300 pesos. ¿Dónde están los otros 2.700?.
De cualquier manera Tanonni y el resto de los
funcionarios, tendrán la oportunidad de ampliar estas aclaraciones ante el
fiscal penal encargado de investigar los hechos denunciados